sera potabiliza el agua de mar
Marruecos es uno de los países con más escasez de agua y afectada por el cambio climático. El crecimiento de la población, la industrialización continuada, el turismo en aumento y la agricultura han reducido constantemente la cantidad de aguas subterráneas en los últimos años. Es necesario poner en práctica grandes proyectos de desalinización de agua marina para obtener agua potable. La tecnología de sera colabora en ello.
Marruecos, un nexo cultural, político y económico entre Europa y África, se encuentra entre los aíses con más escasez de agua. El cambio climático y el crecimiento constante de la exportación de productos agrícolas han empeorado considerablemente la situación en los últimos años. Uno de los programas diseñados por el gobierno marroquí y respaldados por la UE prevé la ampliación y nueva construcción de plantas desaladoras para obtener agua potable y agua de riego para la agricultura para 2030. En la actualidad, en las diez plantas de Marruecos se tratan cada año 30 millones de metros cúbicos de agua de mar y agua salobre, y para 2030 el objetivo es alcanzar los 400 millones de metros cúbicos anuales.
LA PLANTA DESALADORA MÁS GRANDE DE ÁFRICA - Y LA MÁS MODERNA DEL MUNDO
La región Souss-Massa, en el suroeste de Marruecos, alberga en una superficie de aproximadamente 51.600 km² a más de 2,7 millones de personas. La agricultura es la industria más importante de la región y su capital, Agadir, es un puerto turístico y pesquero importante. Aquí también se sufren sequías y escasez de agua, que han costado miles de puestos de trabajo en la agricultura.
Para contrarrestar la falta de agua, se ha ordenado la construcción de una planta desaladora para la región que pretende cubrir tanto la necesidad de agua para consumo doméstico como para el agua de riego para la región. Esto pretende contribuir a desarrollar la industria más importante, el turismo y la economía, y también mantener el nivel actual de las aguas subterráneas de la región. A comienzos de 2019, el Ministerio marroquí de Economía y Agricultura adjudicó la construcción a la empresa española Abengoa, que es líder en las soluciones tecnológicas innovadoras para la sostenibilidad en el sector medioambiental y energético.
La desalinización del agua de mar es un proceso que requiere mucha energía. Abengoa pretende desalinizar el agua de mar mediante una ósmosis inversa, donde el agua de mar se bombearía a una presión elevada a través de una membrana semipermeable que retendría la sal. En ese caso, si comparamos el proceso con la destilación, donde se requieren unos diez kilovatios/hora por metro cúbico de agua, en este caso solo se necesitan tres kilovatios/hora. Todavía sigue suponiendo un elevado gasto energético. Por ello, la planta desaladora de Agadir funcionará exclusivamente con energías renovables: extraerá su electricidad de la central solar de Noor Ourzazate, situada a casi 400 km de distancia, y con ello se convertirá en la planta desaladora más grande del mundo que funciona con energía solar. Se está estudiando una ampliación y utilización de molinos eólicos en el futuro. El coste total del proyecto asciende a más de 370 millones de euros. Los agricultores de la región han aportado alrededor de 930 euros como contraprestación por una rebaja en el precio del agua desalada en el futuro.
COLABORACIÓN GERMANO-ESPAÑOLA EN sera
Ya conocíamos a Abengoa porque sera ya le había suministrado sistemas de dosificación para plantas desaladoras en Salaha, Omán (113.500 m³ de agua potable diariamente) y, por tanto, confió en la especialización de la filial española de sera. La planta planificada en Agadir debe producir primero 275.000 m³ agua desalada al día, para posteriormente alcanzar una capacidad máxima de 450.000 m³ al día. Con ello se convierte en la planta desaladora más grande de África, y un proyecto de tal envergadura para sera, que la filial española lo está llevando a cabo en colaboración con la sede central de Immenhausen.
Se requieren distintos sistemas de dosificación y bombeo que se emplean en varias etapas del proceso de desalinización del agua. El proyecto integral y personalizado ha sido liderado por la filial española sera ProDos S.L. Toda la ingeniería también se ha realizado en España, así como la documentación del proyecto. Los cuadros de control de todos los skids se han construido y ensamblado en sera España. Las sistemas de dosificación han sido producidas e implementadas por un equipo germano-español de sera en Immenhausen. En conjunto, se han desarrollado métodos de trabajo para poder procesar un proyecto grande como este de manera eficaz y rápida. En total se construyeron 17 sistemas de dosificación en 25 armarios de PE —unas dimensiones que suponían la producción de una mediana empresa. Aquí tuvimos que actuar con celeridad para no ejercer demasiada presión en las superficies limitadas del almacén y producción.
Después de fabricar los armarios a partir de un total de 15 plásticos técnicos (PE, PVC, PP y PVDF), se equiparon: además de un total de 77 bombas dosificadoras, también se instalaron más de 900 racores, como filtros en línea y válvulas de bola, más de 1000 accesorios y más de 600 m de tubería. Tres compañeros se dedicaron exclusivamente a equipar los armarios de sera durante varias semanas —sin contar los departamentos auxiliares, como el de la construcción de la bomba. Todo el proyecto con todos sus desafíos unió todavía más a los compañeros de Alemania y España. Después de aceptación satisfactoria por parte del cliente en enero de 2020, en febrero se enviaron los primeros 20 sistemas de dosificación por camión en una ruta larga desde España hasta Agadir, mientras que el envío del resto de los sistemas de dosificación está previsto para finales de año 2020. En marzo de 2021 la planta desaladora tiene prevista su inauguración.
sera EN EL PROCESO DE LA DESALINIZACIÓN DE AGUA DE MAR
Para garantizar un funcionamiento impecable y una vida útil lo más prolongada posible de la planta desaladora, es imprescindible realizar un tratamiento previo suficiente del agua entrante. Aquí entran en juego los sistemas de dosificación y alimentación de sera. El agua se analiza y, en función de su composición/impurezas, se emplean distintos químicos para facilitar el proceso de la ósmosis inversa. Desde el cloro contra las bacterias y microorganismos pasando por el hidróxido de sodio para ajustar el pH, hasta el ácido sulfúrico para la limpieza in situ: sera dosifica el medio adecuado en la concentración adecuada. Y eso no solo ocurre en el tratamiento previo, sino también en la limpieza importante de la membrana.
Con ello, sera se ocupa una vez más de que el agua esté libre de impurezas y crea valores añadidos para las personas y el medioambiente - en una planta desaladora de última tecnología con los estándares medioambientales más exigentes.